Japón y China han puesto de moda la elaboración de la ceremonia del té. Poco a poco se ha ido evolucionando está técnica hasta llegar a Europa donde está teniendo un gran éxito.

Pero realmente, ¿sabemos preparar una buena taza de té respetando todo su sabor? ¿Cuánto tiempo debe hervir el agua? ¿Puedo usar cualquier tetera?

Hoy te contamos todas estas curiosidades y los errores más comunes en la elaboración de té que debes tener en cuenta para no repetir.

Primer error: tener miedo de probar nuevas variedades

Generalmente conocemos tres tipos de té o al menos, se dividen así los más consumidos a nivel mundial. Pero no debemos tener miedo a enfrentarnos a tés más fuertes ya que el modo de elaboración y preparación es fundamental para su posterior sabor.

Segundo error: temperatura demasiado alta o baja

El agua es el elemento principal de buen té. Los tés se componen de un 98 de agua y por tanto, su calidad influye muchísimo es su resultado. Lo más importante es evitar el agua dura, con muchos carbonatos de calcio y magnesio y el agua con demasiado cloro.

La temperatura del agua es también muy importante. No debemos dejar que hierva y si así es, es mejor que dejemos enfriar un poco el agua antes de su preparación.

Para el té negro, la temperatura ideal es de 95º y los tés verdes o blancos de 60 a 85º ya que sus hojas suelen ser más tiernas y contener más cantidad de propiedades naturales.

Tercer error: no precalentar la taza

Antes de prepararnos nuestra infusión, debemos preparar la taza donde vayamos a tomarlo. Y aunque parece una tontería, pre calentar la taza para evitar que baje la temperatura del agua es muy importante. Lo idea es dejar agua hasta que hierva, dejarla enfriar en el recipiente y después vaciarla y prepara el té.

Cuarto error: pasarnos de tiempo de infusionar cada variedad de té

El té negro o verde, según su porcentaje de oxidación enzimática necesita un tiempo u otro de procesado. Normalmente, el té negro necesita de 3 a 5 minutos.
Por otro lado, el té blanco tiene un tiempo de marchitamiento y secado mayor que el té verde y su tiempo debe ser inferior.

Quinto error: Añadir leche, el azúcar o el limón

Hay que disfrutar de todos los matices del té, y el azúcar es un aditivo que los enmascara, además si la infusión está bien hecha no queda amarga.
Si aún así, os gusta con leche, debéis saber que lo mejor es “añadir té caliente a leche templada, y no al revés, para que la leche se caliente poco a poco y no cuaje.